El padre Mariano Puga tuvo una vida a disposición de los postergardos y postergadas, de la justicia social y la dignidad de las personas. Su iniciativa en favor de los derechos de las y los trabajadores. Su ejemplo debe ser luz para nuestras tareas como actores en los desafíos que se nos presentan.
Bajo el alero de la Teología de la Liberación se convirtió en un líder que organizó a las pobladoras y pobladores del país para alcanzar avances sustanciales en sus vidas, para que los poderosos no sigan abusando del pueblo, de darles herramientas de conciencia y de acción para enfrentar las desigualdades que el neoliberalismo busca implementar.
Adiós cura obrero, tu legado lo seguiremos en todas nuestras luchas.